martes, 15 de septiembre de 2009

Marcas blancas, consumidores, capitalismo y crisis

Marcos Roitman Rosenmann – Consejo Científico de ATTAC España

En medio de un proceso de restructuración del capitalismo, donde se multiplican el desempleo, el trabajo precario, el despido libre y la pérdida de derechos laborales, las empresas trasnacionales bogan por un consumo de marcas. Hacen defensa de lo suyo y no escatiman esfuerzos. En otros términos, tratan de inducir compras con sello. En la actualidad esta práctica se traduce en una agresiva campaña publicitaria, considerando irresponsable adquirir productos blancos. Todos los anuncios de las grandes empresas concluyen con un rotundo no producimos para otras marcas. Igualmente, han construido un relato específico: no se engañe, envases similares no garantizan calidad. Se sienten abandonados por los consumidores quienes han perdido la fidelidad una vez transcurrida la bonanza de los sectores medios, tan adicto a las modas como al consumo suntuario. Antes muerto que sencillo.

Hoy, los fabricantes de marcas consideran una competencia desleal la emergencia de productos de bajo costo. Según ellos, los ingenuos compradores se arriesgan a sufrir decepciones. Por consiguiente, son objeto de fraude. Además, optar por este tipo de consumo tiene una consecuencia nefasta: el aumento del desempleo. Si no lavan con los detergentes procedentes del futuro, desayunan con cereales para combatir el estreñimiento o meriendan con cremas de chocolate y avellanas para ser fuertes, las empresas con pedigrí se verán en la imperiosa y triste necesidad de recurrir al despido de personal....

1 comentario:

Unknown dijo...

No se trata de que los Fabricantes de Marcas originales consideren competencia desleal a las marcas blancas porque si, sino porque las Grandes Superficies llevan mucho tiempo diciendo que las marcas blancas son lo mismo que las originales pero más baratas, y esto no es cierto por tanto si es competencia desleal, pagan poco a los que fabrican el producto, mál a los trabajadores, utilizan calidades muy bajas, y nos engañan a los consumidores, ¿no es esto competencia desleal?