sábado, 23 de enero de 2010

Política y religión

Emir Sader- Sin Permiso

Una de las más importantes conquistas democráticas del mundo contemporáneo es la separación entre religión y política. No es que no tengan nada que ver, pero las relaciones políticas, sociales, cívicas, no pueden ser orientadas por las opciones religiosas. Los Estados democráticos son Estados laicos.

Todos debemos ser iguales ante las leyes, sin influencia de nuestras opciones individuales, religiosas, sexuales, de diferencias étnicas, etc. Somos diversos en nuestras opciones de vida, pero debemos ser iguales en nuestros derechos como ciudadanos.

Los Estados religiosos – sean islámicos, sionistas u otros – hacen de las diferencias religiosas elementos de discriminación política. Chiitas y sunitas tienen derechos distintos, conforme a la tendencia dominante en los países islámicos. Judíos y árabes son personas con derechos totalmente distintos en Israel. Para dar apenas algunos de los ejemplos más conocidos.....

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