jueves, 20 de noviembre de 2008

En defensa de la escuela pública

Manifestaciones de profesores y estudiantes en Portugal, en Italia, en Francia, en España: la privatización del saber es moneda corriente en esta Europa. Por ello, conviene recuperar de la memoria este discurso de Piero Calamandrei -jurista antifascista, uno de los padres de la Constitución italiana- en el que se revela meridianamente la razón última de esta medida.

Rebelión. Traducción Gorka Labarreiti


Discurso pronunciado en el III Congreso en defensa de la Escuela Nacional. Roma, 11 de febrero de 1950.

Que existan escuelas de partido o escuelas de iglesia. Pero el Estado debe vigilar, debe regularlas; las debe mantener dentro de unos límites y debe conseguir funcionar mejor que ellas. La escuela estatal ha de ser una garantía para que no se caiga en algo que supondría el fin de la escuela, y acaso el fin de la democracia y la libertad; a saber: en la escuela de partido.

¿Cómo puede instaurarse en un país la escuela de partido? Se puede hacer de dos maneras. Una es el totalitarismo abierto, confesado. Mal que nos pese, ya lo probamos. Creo que todos los aquí presentes os acordáis de ello, pero resulta que hay mucha gente que ya no lo recuerda. Lo probamos bajo el fascismo. Todas las escuelas se convierten en escuelas estatales: la escuela privada no está permitida, pero el Estado se convierte en un partido, y así, todas las escuelas son escuelas estatales, y por ende, también escuelas de partido. Pero hay otra manera de llegar a transformar la escuela estatal en escuela de partido o de secta. El totalitarismo solapado, indirecto, flojo, como ciertas pulmonías flojas que se presentan sin fiebre, pero que son peligrosísimas....





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