Contra el canon
Las bibliotecas son las residencias de la cultura, y pedir un canon por el préstamo de un libro es como cobrar una entrada, ofrecer a tu invitado una charla amable para exigir que te la compre después, convertir a los autores en ladrones de la palabra y a los lectores en cómplices de un delito de apropiación indebida, pues el lenguaje y la inteligencia no son de nadie, aunque algunas Administraciones pretendan convencernos de lo contrario (...) VER ARTÍCULO COMPLETO
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