Comunicado de Attac Marruecos
Liberación de los detenidos por opinión. Cese de los juicios por delitos de opinión. Respeto de la libertad de expresión para todos
Al término de la reunión mensual de su Secretariado Nacional, celebrada el domingo día 24 de junio en Rabat, se aprueba el siguiente comunicado:
Desde su Independencia, Marruecos nunca ha conocido lo que podemos llamar un Estado de derecho, ni un respiro duradero de la represión. Por lo que respecta a los últimos años, los diplomados en paro han sido los testigos y las principales víctimas en el punto de mira.
Sin embargo, desde el último 1 de mayo, se ha traspasado otra nueva barrera. El 1 de mayo se detuvo a manifestantes y se les acusó y se les condenó a fuertes penas de cárcel (dos y tres años) por haber gritado lemas “que atentan contra los valores sagrados del Reino”, lo cual constituye una flagrante violación del derecho a la libertad de opinión y de expresión.
Se está creando un nuevo delito –el delito de solidaridad- puesto que en Beni Mellal fueron detenidos manifestantes pacíficos que se concentraron para solidarizarse con los condenados del Primero de Mayo, inculpados por el mismo delito que ellos. Dos de nuestros compañeros se encuentran entre los detenido y están siendo juzgados 1(1). Del mismo modo, en Rabat, una concentración de solidaridad, también pacífica, fue salvajemente reprimida el 15 de junio pasado, y resultaron heridos numerosos manifestantes, entre ellos los tres principales dirigentes de la AMDH.
En varias ocasiones se ha conculcado el derecho de manifestación, especialmente en Casablanca donde se produjeron movilizaciones contra el aumento de los precios y, más recientemente, el día 19 de junio, en las calles de Rabat, donde se impidió una manifestación nacional de diplomados en paro.
Por último, los miles de detenidos “de forma sospechosa” durante los últimos años, en el seno de la lucha antiterrorista se parecen más a operaciones de limpieza de determinados barrios populares que a una auténtica campaña de búsqueda de los responsables de atentados ni al desmantelamiento de redes terroristas.
Es poco probable que las distintas medidas intimidatorias, que condenamos con firmeza, puedan poner fin a la creciente exasperación de los ciudadanos, que asisten a la amputación de su poder económico debido a los vertiginosos aumentos de precio, mientras que sus salarios se estancan y el paro –contrariamente a lo que quieren hacernos creer los estadísticos del Reino- va en aumento. Esta exasperación se ve exacerbada también por la dificultad cada vez mayor que hallan los ciudadanos para tener acceso a los servicios básicos (agua, electricidad, salud, educación, transporte), debido a que han sido cedidos parcial o totalmente a empresas privadas o debido a la introducción de lógicas de competencia y mercantilistas que se mantienen ¿todavía? en la gestión pública.
Ante esta creciente pauperización de la población, agravada por las malas cosechas debidas a la sequía, la arrogancia y la provocación de los poderosos, que multiplican la exhibición de riqueza y de despilfarro ( 4 x4, yates, mansiones suntuosas, tiendas de lujo, etc.) , así como la realización de proyectos que no responden en modo alguno a lo que esperan los ciudadanos (campos de golf, a veces en pleno desierto, marinas y balnearios…) esa arrogancia supera con mucho el límite de lo que pueden tolerar los que tardan varios meses en ganar lo que otros gastan en unas pocas horas.
Tras la engañosa imagen que dan de Marruecos los paneles publicitarios que desfiguran nuestras ciudades, existe un Marruecos lleno de privación y de sufrimiento que se moviliza y se rebela, desde Tamasint a Bouarfa, desde Tata a Benguerir o Imini. Es un Marruecos que exige su derecho a la dignidad, al agua, a la escuela para sus hijos, a la sanidad, a la vivienda, al trabajo… Prohibir la expresión de esta rebelión sin combatir lo que la causa sólo puede hacer aumentar la exasperación o crear una espiral de represión que puede sumergir a Marruecos en los peores años de plomo.
La lucha contra la pobreza y la exclusión social no puede hacerse mediante una política de asistencia y de micro proyectos, sino que pasa por abandonar las políticas liberales de ajuste estructural, de privatizaciones, de integración brutal de Marruecos en los mercados internacionales. Y no puede aceptar la corrupción a gran escala, la evasión de capitales, la monopolización de las riquezas del país por un puñado de grandes familias.
Es este el debate, fundamental para el futuro del país, que la actual represión quiere escamotear. Es este el debate que Attac-Marruecos va a llevar allí donde esté presente con el conjunto de fuerzas democráticas y de poblaciones en lucha.
Por ello, Attac-Marruecos condena sin reservas esta ola de represión que se abate sobre Marruecos, las prohibiciones de concentración y de manifestación y las propagandas y pide que se paralicen todos los juicios por delito de opinión o de solidaridad así como que se liberen todos los detenidos de opinión que están actualmente en prisión, especialmente los del primero de mayo en Añadir y Ksar el Kebir.
¡ Libertad de los detenidos de opinión, paralización de los juicios por delitos de opinión, respeto a la libertad de expresión para todos !.
Attac-Marruecos
Contra la globalización liberal
www.marroc.attac.org
1 El 26 de junio hemos conocido el veredicto. Un año de cárcel para Mohammed Bougrine, 2 meses de prisión condicional y 500 dirhams de multa para Mohamed Yousfi, Abdelkebir Rabaoui y Brahim Ahansal. El resto ha sido declarado inocente. Un veredicto escandaloso por una concentración de solidaridad.
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