lunes, 23 de septiembre de 2013

Cuando el libre comercio es mentira

Xavier Caño Tamayo
CCS (Centro de Colaboraciones Solidarias)
 
¿Cómo suena que una multinacional tabaquera demande a dos estados soberanos porque la obligan a poner en las cajetillas que el tabaco es malo? ¿O que una petrolera demande a una república porque un tribunal de la misma la condenó a limpiar todo lo tóxico que vertió en la Amazonia durante años? Ha ocurrido. Las demandantes son Philips Morris y Chevron; los demandados, Uruguay y Ecuador.
 
¿Y qué pensar de un estado soberano al que no dejan establecer un control de capitales? Es Chile, que no puede controlar los capitales por prohibírselo el acuerdo comercial con Estados Unidos, que ha firmado acuerdos comerciales bilaterales con catorce países y actualmente negocia otros más con países del Pacífico. Con la Unión Europea negocia un Acuerdo Transatlántico sobre Comercio e Inversiones, el mayor acuerdo comercial de la historia. En aras del libre comercio, dicen. Pero, al igual que en la negociación del Pacífico, Estados Unidos ha impuesto el secreto de las negociaciones.
 
El tratado de libre comercio de Estados Unidos más conocido es el firmado con México. Teórica solución de problemas de México, como recuerda Vicenç Navarro, la realidad fue otra. Se destruyeron empleos en México y Estados Unidos y benefició de verdad a grandes empresas de ambos lados, en perjuicio de la clase trabajadora. Y así en todos los países que han firmado tratados.
 
 Desde hace décadas, los países ricos ya no ocupan militarmente los mal llamados países en desarrollo para colonizarlos. La ocupación militar colonizadora se ha sustituido por tratados comerciales bilaterales. Mano de santo. Aunque quien más tratados haya firmado, Estados Unidos, a veces invada militarmente.....
 
 

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