José Antonio Nieto
EconoNuestra. Público.es
Hemos pasado de rozar el Estado de Bienestar (EB) a tener un Estado
de Bienestar Basura (EBB). El ciclo se cerrará cuando haya, simplemente,
un Estado Basura (EB, también: pero olvidemos las siglas, para evitar
equívocos y no darle ideas al Diablo).
Cuando estudiaba prefería los mensajes contundentes: el Estado cumple
una doble función de acumulación y legitimación. Aunque también me
gustaban las trilogías: el Estado contribuye a mejorar la estabilidad,
la asignación de recursos y la redistribución de la renta. Pronto me di
cuenta de que las cosas no son tan simples: el Estado ejerce la
violencia legal (apropiándose de una parte de nuestros ingresos,
privando de libertad a algunas personas, declarando la guerra…), pero lo
hace por el bien de todos (mantener el orden, estimular la eficiencia,
favorecer la equidad…).
El asunto se complicó cuando constaté que algunos Estados habían
compaginado con éxito sus funciones de acumulación y legitimación.
Curiosamente, eran los de mayor nivel de desarrollo, además de contar
con más legitimidad democrática y ejercer una más amplia regulación
sobre sus sistemas económicos y sociales. Por extrapolación, pensé que
el tamaño del Estado sí importa. Al menos en términos de bienestar,
puesto que en esos casos se había logrado un equilibrio satisfactorio
entre eficiencia y equidad.....
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