Augusto Klappenbach
Público.es
Cada día nos enteramos de que
un grupo de inmigrantes, muchas veces numeroso, ha logrado entrar en
España saltando la valla, en precarias pateras o incluso a nado. Sin
contar los que llegan por otras vías menos dramáticas. Quince de estos
inmigrantes murieron por una represión desmedida sin que nadie asuma la
responsabilidad de estos probables homicidios. Mientras tanto, más de
mil esperan en Marruecos, a veces durante más de un año, la oportunidad
de entrar en una España para nosotros inmersa en una profunda crisis
pero que para ellos representa la oportunidad de escapar de una vida
miserable o incluso de conservarla.
Ante esta situación, la
respuesta de España y de toda Europa se limita a idear métodos cada vez
más eficaces para detenerlos o a dirigir sus esfuerzos diplomáticos para
que otros países los empleen. Será inútil: antes que un problema de
seguridad se trata de un problema de física. Hemos sabido que la
frontera que separa España de África es la que muestra una mayor
desigualdad entre la riqueza de ambas partes, quizás con la excepción de
los dos Coreas. Y ello implica una presión semejante a la que se
produce en un laboratorio entre dos líquidos de diferente saturación
separados por una membrana. Como en este caso es imposible una
separación hermética entre ambas partes, el flujo de inmigrantes está
asegurado, aunque los medios represivos consigan algunos éxitos
ocasionales.
Las soluciones que propone la
derecha, además de indignas son inútiles: desde el aumento de los
efectivos policiales hasta defender el uso de armas antidisturbios,
pasando por la eliminación de cualquier garantía jurídica aplicable a
los inmigrantes. Desde luego que no todos los inmigrantes que tratan de
entrar en España sufren hambre, pero sí la sufren millones (unos 850
millones) de personas de los países de donde vienen. Y no se trata del
hambre que podemos conocer nosotros sino de aquella que obliga a dejar
de alimentar a los niños más débiles para asegurar la supervivencia de
los más sanos o la que provoca una retracción de los tejidos hasta dejar
los huesos al descubierto.....
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