Esta crisis proviene de treinta años de transferencia de ingresos del trabajo al capital, una tendencia que hay que revertir. La crisis es consecuencia de un sistema de producción capitalista basado en la auto regulación y alimentado por la acumulación por una minoría de beneficios a corto plazo, los desequilibrios financieros internacionales, la repartición desigual de riquezas, un sistema comercial injusto, la perpetración y acumulación de deuda irresponsable e ilegítima, el pillaje de recursos naturales y la privatización de servicios públicos.
Esta crisis afecta a toda la humanidad, empezando por los más vulnerables (trabajadores, desempleados, campesinos, migrantes, mujeres,…) y los países del Sur, que son víctimas de una crisis de la que no son responsables....
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