Mientras que amplias franjas de la población mundial continúan padeciendo los estragos de una de las peores crisis alimentarias en la historia reciente, a la cual se sumaron los efectos de la recesión económica internacional, en distintos puntos del planeta, particularmente en los países pobres, se amplían las prácticas de acaparamiento de tierras cultivables por parte de extranjeros, tanto gobiernos como consorcios privados.
En los últimos meses, en Etiopía se ha puesto en marcha una política de arrendamiento de amplias porciones del "sobrante" de sus tierras fértiles a agroindustriales extranjeros, algo que, de acuerdo con el gobierno encabezado por Meles Zenawi, contribuirá a satisfacer la alimentación de sus más de 80 millones de habitantes, pero que, en el sentir de los propios etiopes y de distintos especialistas internacionales, sólo contribuirá a acentuar la de por sí galopante pobreza en esa nación del cuerno de África, sistemáticamente azotada por la hambruna....
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