domingo, 12 de agosto de 2012

La otra deuda, la energética

Manuel Garí.
Público.es

La factura energética supone un importante rubro en la estructura de costes de las empresas. En ciertos sectores, como los de refino y de los minerales no metálicos (cerámica, vidrio, etc), los costes energéticos suponen casi el 30% del valor añadido de bruto sectorial. Importamos la mayor parte de nuestra energía primaria a un alto precio que incrementa nuestro déficit comercial, exige financiación ad-hoc y contribuye a agravar nuestra deuda externa. La factura la pagamos todos y beneficia a unos pocos. Por tanto, la energía determina la viabilidad de la economía española.
 
Bulimia energética
La voracidad energética de la economía española en plena crisis es altísima. En 2010, con un crecimiento casi cero del PIB español, la intensidad primaria creció un 1,2% y la intensidad final un 2,4%. El consumo de energía primaria tuvo la siguiente composición: 47,3% petróleo, 23,5 % gas natural, 12,2% nuclear, 11,1% renovables y 6,4% carbón. El grado de autoabastecimiento en petróleo fue del 0,2%, en gas del 0,2% y de carbón el 40,7%. Quemamos sin tino. Y quemamos lo que importamos.
 
Estas cifras revelan la envergadura de la ineficiencia energética española y la fortísima dependencia importadora......
 

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