Sábado 15 Noviembre, 6 de la tarde en plaza Sto Domingo
Los que se reúnen este sábado son, en definitiva, los responsables de la crisis [banqueros y políticos capitalistas] ¿Qué se puede esperar entonces de ellos?
Juan Torres López y Alberto Garzón Espinosa | Para Kaos en la Red
El próximo sábado 15 de noviembre un grupo selecto de países se reunirán en Nueva York con el propósito de analizar la actual crisis económica mundial y hacer frente a sus consecuencias. Para algunos asistentes, como el presidente francés Sarkozy la cita debería servir para ir más allá, y recientemente ha propuesto comenzar con un proceso de refundación del capitalismo.
Sin embargo, estas duras palabras resuenan hipócritas en la boca de quien accedió a la presidencia de su país entre promesas de privatizaciones y avances en la liberalización de los mercados. Se trata más bien de una estrategia de marketing político encaminada a sacar tajada de una crisis que está revelando en los países desarrollados las miserias del capitalismo contemporáneo.
Ya el anfitrión de la cita, el todavía presidente estadounidense George Bush, ha reconocido que de refundación del capitalismo no quiere ni oír hablar. Únicamente, asegura, está dispuesto a “arreglar los problemas” actuales. Como si estos mismos problemas no se hubiesen generado precisamente por la propia naturaleza del sistema económico que él mismo defiende a ultranza.
La misma composición de la mesa que se reunirá en Nueva York nos deja entrever el verdadero alcance que puede tener la mencionada cita internacional. Tanto observando quiénes están como examinando quiénes no, resulta bastante evidente que los cambios venideros se realizarán, precisamente, para no cambiar nada. Más que para refundar, para reforzar el capitalismo.
No están los países más afectados por la crisis alimentaria, que es una consecuencia directa y gravísima de la crisis financiera original, así como tampoco están los países que durante tanto tiempo se han visto obligados a adoptar medidas de liberalización de los mercados financieros a instancias de las instituciones internacionales y de los países en desarrollo. No están porque su voz, crítica por necesidad a la luz de los resultados de los modelos económicos impuestos, resultaría demasiado molesta.....
Sin embargo, estas duras palabras resuenan hipócritas en la boca de quien accedió a la presidencia de su país entre promesas de privatizaciones y avances en la liberalización de los mercados. Se trata más bien de una estrategia de marketing político encaminada a sacar tajada de una crisis que está revelando en los países desarrollados las miserias del capitalismo contemporáneo.
Ya el anfitrión de la cita, el todavía presidente estadounidense George Bush, ha reconocido que de refundación del capitalismo no quiere ni oír hablar. Únicamente, asegura, está dispuesto a “arreglar los problemas” actuales. Como si estos mismos problemas no se hubiesen generado precisamente por la propia naturaleza del sistema económico que él mismo defiende a ultranza.
La misma composición de la mesa que se reunirá en Nueva York nos deja entrever el verdadero alcance que puede tener la mencionada cita internacional. Tanto observando quiénes están como examinando quiénes no, resulta bastante evidente que los cambios venideros se realizarán, precisamente, para no cambiar nada. Más que para refundar, para reforzar el capitalismo.
No están los países más afectados por la crisis alimentaria, que es una consecuencia directa y gravísima de la crisis financiera original, así como tampoco están los países que durante tanto tiempo se han visto obligados a adoptar medidas de liberalización de los mercados financieros a instancias de las instituciones internacionales y de los países en desarrollo. No están porque su voz, crítica por necesidad a la luz de los resultados de los modelos económicos impuestos, resultaría demasiado molesta.....
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