Cuando Obama se enteró de que las gratificaciones de 2009 en Wall Street iban a superar a las del año anterior a la crisis, exclamó: “O sea, que estos tíos se reservan unos bonus record porque ganan dinero y ganan dinero únicamente porque los hemos rescatado” (The Huffington Post, 29-08-10) Pero su reforma financiera firmada en julio se la habían aguado ya los Summers y los Rubin de su confianza y de la gran banca. Y ni tira la economía ni baja el desempleo. El futuro del Partido Demócrata es, pues, oscuro.
En julio pasado, el Financial Times titulaba un artículo: “Tres años después, los mercados son los dueños de nuevo”. Y el columnista recordaba las grandilocuentes promesas de los líderes “de la derecha, del centro y de la izquierda”, los bancos centrales y el FMI, que aseguraron que las finanzas estarían al servicio de la economía real y que se habían acabado el secreto bancario y los paraísos fiscales: “El capitalismo del laissez faire del Consenso de Washington había cumplido sus días”; eso parecía (FT, 28-07-10). Algo que algunos en la izquierda se creyeron.
¿Y la socialdemocracia europea? Todos bien, gracias....
No hay comentarios:
Publicar un comentario