domingo, 30 de marzo de 2014

El dominio del dinero y las finanzas

Carlos Berzosa.
Nueva Tribuna 

La fase del capitalismo que se inicia a finales de la década de los ochenta del siglo pasado se caracteriza, entre otros rasgos, por la hegemonía de las finanzas. Este protagonismo que ha adquirido el mundo financiero ha supuesto aumento de la especulación y del endeudamiento, incremento del dinero que fluye a los paraísos fiscales, mayor número de fraudes y de delitos económicos, y una más elevada inestabilidad económica. Todo ello ha desembocado en el estallido de la crisis económica actual.

El daño que este proceso está causando al progreso económico y social en la economía mundial es muy elevado, pues como consecuencia de lo que supone este dominio de las finanzas se concentra aún más la riqueza, al tiempo que aumenta la desigualdad, la pobreza no tiende a disminuir, y la inseguridad laboral se instala en las sociedades, no ya solamente en los países emergentes y subdesarrollados sino en los países ricos. Se deteriora la democracia como consecuencia de que las decisiones importantes que afectan a variables macroeconómicas, aunque no todas ellas, se toman fundamentalmente por los poderes financieros.

Esta fase tiene unos rasgos novedosos frente a otros periodos de la historia, pero, sin embargo, hay hechos que son comunes con otros momentos que se han dado en los diferentes procesos de desarrollo. Conviene subrayar esto, porque, ante el dominio de las finanzas en la actualidad, es corriente encontrar en algunos artículos, ensayos y libros, análisis que presentan como nuevos fenómenos, tales como los procesos especulativos, endeudamientos y crisis financieras, sin tener en cuenta una perspectiva histórica del papel desempeñado por la banca y las finanzas.

La importancia que desempeñan el dinero y las finanzas es muy antiguo, pero no cabe duda de que van adquiriendo una mayor importancia en la baja edad media cuando tiene lugar el avance del comercio, las ferias, y el desarrollo de las ciudades que se convertían en centros mercantiles y financieros y en las que se asentaba la burguesía comercial ascendente......
 

1 comentario:

Dana M. McIntosh dijo...

Descubriendo que era VIH positivo no fue fácil, pero con el paso del tiempo, he llegado lentamente a un acuerdo con mi estado VIH-positivo y tratar de abordarlo con una actitud positiva.
A mediados de 2012 me hice bastante enfermo. Desarrollé síntomas persistentes parecidos a la gripe, dolor de cabeza, tos persistente y llagas que no se curan. Mi piel se sentía como si estuviera gateando, mis piernas me dolían, sentí náuseas y la pérdida de peso. Entonces agotamiento golpeó. Era un cansancio indescriptible y no importa lo mucho que me dormí yo nunca sentí descansado.
En 2013 fui hospitalizado cuando mi recuento de CD4 cayó en picada a 86 (personas sin VIH tienen un recuento de CD4 entre 700 y 1000; un recuento de CD4 por debajo de 200 se considera peligrosamente baja). Fue una época terrible. Tengo un recuerdo vivo de sentarse en una silla de ruedas cubierta con una manta y la captura de una visión de mí mismo en el espejo. Miré y me sentí como una viejita - Estuve 39.
Yo estaba tan enfermo que apenas podía caminar 200 metros. No me había dado cuenta de lo poco que me gustó mucho mi salud hasta que fue quitado de mí. Afortunadamente yo tenía un sistema de apoyo fantástico. A pesar de que yo estaba luchando para hacer frente al trabajo no he perdido mi trabajo. Por el contrario la empresa para la que trabajo, mis colegas y mi jefe ha sido un apoyo increíble a lo largo de mi enfermedad.
Fue una época frustrante porque yo tan desesperadamente quería funcionar como un ser humano normal. Sin embargo, yo honestamente pensé que iba a morir. Pensé que me había ido demasiado lejos. Es casi como si su cuerpo comienza a rechazar todo lo que se requiere para sostener la vida. Probablemente fue el momento más espantoso de mi vida. Yo no quería una casa más grande o más dinero o un coche de lujo - Yo quería tener la fuerza para ir a dar un simple paseo por la playa.
A día de hoy que el tiempo ha quedado conmigo y ha sido que cambia la vida. Yo no estaba muy materialista antes, pero si alguna vez me encuentro a mí mismo quedar atrapados en el torbellino de la vida me detengo y me tomo de nuevo a ese tiempo. Las mejores cosas de la vida realmente no tienen precio.

Todos mis dolores y tristezas a su vez a la alegría y la historia desde el día que me puse en contacto con el Dr. ODIA, ¿Quién realmente ayuda con sus hierbas medicinales, ME DIJERON QUE ES UN HIERBAS Y ÉL puede ser de ayuda, le di una oportunidad y que realmente funciona para mí, hoy aquí estoy negativo. Póngase en contacto con él a través de: (drodiaherbalistcenter@gmail.com)