martes, 2 de agosto de 2011

Hágase el marketing

Isidro Jiménez
Ecologistas en Acción


Luego dijo el hombre, “hágase el marketing”, y el hombre hizo el marketing. El séptimo día, como vio que era bueno, descansó. Existe en los neoliberales una tendencia a narrar en términos tan mágicos (tan divinos) la llegada de las modernas mercadotecnias. Parece ser que el marketing tan sólo responde a las necesidades del consumidor ofreciéndole, a través del mercado, las bonanzas de la competencia en libre juego.

Ya decía Adam Smith que ese libre juego y la búsqueda del beneficio económico particular que todos llevamos dentro bastaban para obrar el milagro: un sistema tan armónico que cualquiera diría que una “mano invisible” lo organiza y, lo mejor de todo, no tenemos ni que proponérnoslo, porque “al buscar su propio interés, el hombre a menudo favorece el de la sociedad mejor que cuando realmente desea hacerlo” [1]

Hay que reconocer, sin embargo, que estos devaneos son ensoñaciones habituales en la época. Poco antes, los filósofos modernos más destacados imaginaron una ley natural que gobernaba a los hombres cuando aún no existía la sociedad política y los individuos luchaban libremente por sus propios intereses en condiciones de semejanza. Para Rousseau sería justamente esta condición la que, en cuanto que pone en peligro a cada individuo, nos hizo asumir de forma voluntaria un primitivo contrato social que estipula jurídicamente los derechos y deberes de cada uno.......

http://attacmurciavarios.blogspot.com/2011/08/hagase-el-marketing.html

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