sábado, 25 de febrero de 2012

El copago en sanidad es temerario, injusto e ineficaz

Esteban García-Albea.
El País.

Exigir tasas delegaría en el enfermo la valoración de su dolencia y le culpabilizaría por su situación, además de no resolver el problema financiero. 

De forma recurrente, y con la misma carga argumental, a los políticos les tienta la posibilidad de hacer gravitar sobre el paciente (más allá de sus impuestos directos e indirectos, ahora aún más recargados) parte del pago por la asistencia médica. Con el apelativo de tasas disuasorias o copagolos responsables sanitarios, en esta ocasión de la Generalitat pero con tentaciones de su implantación en todo el Estado, y con la complicidad, claro, del departamento económico, anuncian que la implantación de dicha tasa "regulará la demanda sanitaria" y se hará "un mejor uso del sistema sanitario". Al parecer, la coartada argumental se basa en que los pacientes "abusan" del sistema: es decir, abarrotan los servicios de urgencia o las consultas ambulatorias con problemas menores que impiden el óptimo funcionamiento de la asistencia.  

En mi opinión la institución de tasas es temeraria, injusta e ineficaz y refleja, además, no sólo una tozuda insensibilidad al tema sanitario, sino una preocupante incomprensión de lo público, entendiendo lo público en este caso como derecho y como servicio a la comunidad enferma o potencialmente enferma.  

1. La institución de las tasas es temeraria. En efecto, dicha iniciativa delegaría en el enfermo la interpretación de su síntoma y la valoración de la banalidad o no del mismo, que, a fin de cuentas, decidiría la consulta o no de un profesional......

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