martes, 7 de febrero de 2012

Seducción y Capitalismo

Juan Manuel Aragüés Estragués
Rebelión

En esta sociedad en la que el conocimiento que nos forma como personas es despreciado a favor del que nos forma como herramientas productivas, con la inestimable complicidad de una psicopedagogía al servicio del mercado, como podemos comprobar cada día en la Universidad, se hace imprescindible, si queremos salir de esta crisis que nos asola por la puerta de la esperanza, revalorizar lo que las humanidades aportan al ser humano. Muchas veces escuchamos esa pregunta recurrente y que quiere zanjarlo todo: pero, ¿para qué sirve eso? Y ese eso puede ser el latín, la historia la filosofía, aquellas disciplinas que no reportan una utilidad desde la óptica del mercado (competencias les llaman ahora los expertos) y que solamente sirven, solamente, para convertirnos en personas. 

Digo esto porque voy a recurrir a la etimología, a la disciplina que nos muestra el origen de las palabras y que permite comprenderlas con mayor precisión. A ellas y a los mecanismos que se encuentran detrás de su producción. Seducir, etimológicamente, significa , , es decir, , a un lugar que interesa a quien seduce. Es en ese sentido en el que cabe decir que el capitalismo es la sociedad de la seducción, en la medida en que lleva a los sujetos al lugar que a él interesa –fundamentalmente el consumo- con la sensación por parte del sujeto de que en realidad va porque a él le da la gana....
 

No hay comentarios: