Efectivamente, les guste o no a los defensores a ultranza del mercado, lo que está ocurriendo desde hace meses va a obligar a que haya de hablarse de nuevo de controles y de "represión financiera", por utilizar la expresión que utiliza el catedrático Antonio Torrero Mañas en su último y una vez más magnífico libro ("Revolución en las finanzas. Los grandes cambios en las ideas. represión y liberalización financiera". Marcial Pons 2008).
Por muy cuantiosos que sean los planes de rescate, por muy generosas que sean las inyecciones de liquidez de los bancos centrales (y al mismo tiempo que generosas, inmorales cuando se comparan con las cifras mucho más modestas que se necesitaría movilizar para acabar con la pobreza o el hambre), va a ser completamente imposible terminar con la crisis si no se modifica la regulación hoy día existente del mundo financiero....
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