"Podemos estar ante una emergencia constitucional, que requiere un refuerzo de las instituciones democráticas para evitar su utilización por algunos partidos políticos que sirven más a poderes económicos y empresariales que a la ciudadanía."
La ley de seguridad italiana culpa al inmigrante de los problemas económicos y de seguridad del país.
Mª José Fariñas. El Periódico
La ley no solo limita los derechos fundamentales de los inmigrantes que viven y trabajan legalmente en Italia y criminaliza al inmigrante ilegal como delincuente (se crea el delito de «inmigración y estancia clandestinas»), sino que legaliza las denominadas «patrullas de ciudadanos», creadas para denunciar posibles delitos, situaciones de desorden social o alteraciones del orden público y delatar a sus autores, incluyendo muy especialmente a los sin papeles y a todos aquellos que se ubican en ámbitos de vulnerabilidad social. Esta medida autoriza al ciudadano privado a asimilarse a las fuerzas de policía y legitima, en la práctica, peligrosas tendencias de la gente a tomarse la justicia por su mano. Es decir, que esta ley propicia un claro retroceso en uno de los pilares básicos del Estado de derecho: el del legítimo monopolio del uso de la fuerza....
La ley de seguridad italiana culpa al inmigrante de los problemas económicos y de seguridad del país.
Mª José Fariñas. El Periódico
La reforma de la ley de seguridad, impulsada por el Gobierno de Silvio Berlusconi y recientemente aprobada por el Parlamento italiano, introduce una serie de medidas que han despertado todas las alarmas constitucionales, hasta el punto de que algunos expertos juristas hablan de la necesidad de buscar «formas de resistencia constitucional» frente a las posibles violaciones de derechos fundamentales.
La ley no solo limita los derechos fundamentales de los inmigrantes que viven y trabajan legalmente en Italia y criminaliza al inmigrante ilegal como delincuente (se crea el delito de «inmigración y estancia clandestinas»), sino que legaliza las denominadas «patrullas de ciudadanos», creadas para denunciar posibles delitos, situaciones de desorden social o alteraciones del orden público y delatar a sus autores, incluyendo muy especialmente a los sin papeles y a todos aquellos que se ubican en ámbitos de vulnerabilidad social. Esta medida autoriza al ciudadano privado a asimilarse a las fuerzas de policía y legitima, en la práctica, peligrosas tendencias de la gente a tomarse la justicia por su mano. Es decir, que esta ley propicia un claro retroceso en uno de los pilares básicos del Estado de derecho: el del legítimo monopolio del uso de la fuerza....
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