jueves, 10 de noviembre de 2011

Para las finanzas la democracia es un estorbo

Alberto Rabilotta
Alai Amlatina

La crisis financiera y económica de la zona euro se agrava, y se anclan aún más las políticas antidemocráticas que Alemania, Francia y otros países tratan desesperadamente de aplicar para satisfacer a la “dictadura de los mercados”. Por eso, para aplicar una “sana gestión” de las finanzas públicas en los países de la zona euro ha sido necesario retroceder casi mil años, a la época en que Federico I, alias Barbarroja, Rey de los romanos y del Sacro Imperio Romano Germánico, regía sobre una parte de lo que hoy es Italia.

Cuando para “poner orden” en el manejo de las recién creadas “ciudades-estado” Federico I introdujo el “podestá extranjero”, o sea a la designación desde la cúpula de un casi-dictador importado del exterior.

Para encontrar una “solución” al problema de la deuda en los países menos desarrollados de la zona euro, la “troika” formada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI (1) descartó las posibilidades ofertadas por la democracia, como negociaciones transparentes donde se escuchen otras voces que la de los acreedores del sector financiero, y sujetas a la aceptación mediante referendos o elecciones anticipadas. Para estas cosas serias la democracia es un estorbo, como una vez y francamente me dijo en una conversación “off-the-record” un importante ministro canadiense al buscar justificar el total secreto en torno a las negociaciones para crear acuerdos de libre comercio y de protección a las inversiones extranjeras....

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