Mariam Ali, una joven de 17 años, ya estaba en coma cuando llegó en la parte trasera de un camión al Hospital General de Yamena, la capital de Chad. Embarazada de ocho meses, había estado con convulsiones y presión arterial alta. Su madre necesitó tres días para llevarla a la ciudad desde el pueblo donde viven, en una zona rural, a unos 80 kilómetros del hospital. Pero ya era demasiado tarde. Mariam falleció junto con su bebé unos días después. “Murió por falta de medicamentos elementales y un poco de atención prenatal”, dijo Grace Kodindo, la doctora que trató de salvar a Mariam, quien añadió que “esto no habría pasado nunca en Europa”. Existe un proverbio en Chad que dice que una mujer embarazada tiene un pie en la tumba. Este adagio refleja claramente los terribles riesgos que afrontan las mujeres pobres en el mundo.
Estimaciones conservadoras muestran que más de medio millón de mujeres en países en desarrollo mueren cada año durante el embarazo o el parto. Esto significa una muerte cada minuto. Mientras que en Gran Bretaña una de cada 5.100 mujeres corre el riesgo de morir durante el embarazo, en África Subsahariana las probabilidades son de 1 entre 22....
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