martes, 3 de enero de 2012

Urgencias climáticas

Ignacio Ramonet
Le Monde Diplomatique
 
La grave crisis financiera y el horror económico que padecen las sociedades europeas están haciendo olvidar que –como lo recordó, en diciembre pasado, la Cumbre del clima de Durban, en Sudáfrica– el cambio climático y la destrucción de la biodiversidad siguen siendo los principales peligros que amenazan a la humanidad. Si no modificamos rápidamente el modelo de producción dominante, impuesto por la globalización económica, alcanzaremos el punto de no retorno a partir del cual la vida humana en el planeta dejará poco a poco de ser soportable.

Hace unas semanas, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció el nacimiento del ser humano número siete mil millones, una niña filipina llamada Dánica. En poco más de cincuenta años, el número de habitantes de la Tierra se ha multiplicado por 3,5. Y la mayoría de ellos vive ahora en ciudades. Por primera vez los campesinos son menos numerosos que los urbanos. Entre tanto, los recursos del planeta no aumentan. Y surge una nueva preocupación geopolítica: ¿qué pasará cuando se agrave la penuria de algunos recursos naturales? Estamos descubriendo con estupefacción que nuestro “ancho mundo” es finito...

En el curso de la última década, gracias al crecimiento experimentado por varios países emergentes, el número de personas salidas de la pobreza e incorporadas al consumo sobrepasa los ciento cincuenta millones...(1) ¿Cómo no alegrarse de ello? No hay causa más justa en el mundo que el combate contra la pobreza. Pero esto conlleva una gran responsabilidad para todos. Porque  esa perspectiva no es compatible con el modelo consumista dominante.....
 
 

No hay comentarios: