El Faro Crítico
Estos días activos, cansados, festivos, alegres y, por fin, políticos, realmente políticos nos están dando mucho que pensar a todas y todos.
No sólo nos están dando qué pensar sino que están retomando posiciones de filosofía política muy interesantes que ya parecían olvidadas por los comunismos platónicos y los anarquismos clásicos que últimamente habitan en los debates punteros de lxs intelectuales. Y es que este movimiento con multiplicidad de nombres, cuya proliferación hace imposible encontrar si se llama 15-M, Toma la plaza, Democracia Real Ya, PCE, PCPE, CNT, FAI, etc.; quizá tenga todos esos nombres o ninguno. En ello encontramos lo principal de esta acción que por fin y conscientemente se denomina “sin sujeto”, “sin representación”, a favor de afirmar máximamente el acontecimiento, sin castrarlo de antemano, dejándolo bien sujeto en algún lugar de la estructura capitalista. Es un intento de ruptura con la cultura del individualismo, y una apuesta clara, por la recuperación del ámbito de lo político-comunitario. Es precisamente el espíritu lo que está consiguiendo la perseverancia en el lugar, después de la explosión inicial. Es la comunidad recientemente creada, la que nos liga, y a la que ya no queremos renunciar nunca más. La depresión no cabe en esta primavera. Sobra amor en las plazas. Las plazas se han convertido en templos donde lo sagrado sustituye, por el momento, las ansias de consumo ilimitado. Consumo, que nos configura, como miembros y cómplices de una sociedad, que se ha prostituido en el intento de garantizar su bienestar material, a través de la legitimación del despliegue global de la barbarie....
No sólo nos están dando qué pensar sino que están retomando posiciones de filosofía política muy interesantes que ya parecían olvidadas por los comunismos platónicos y los anarquismos clásicos que últimamente habitan en los debates punteros de lxs intelectuales. Y es que este movimiento con multiplicidad de nombres, cuya proliferación hace imposible encontrar si se llama 15-M, Toma la plaza, Democracia Real Ya, PCE, PCPE, CNT, FAI, etc.; quizá tenga todos esos nombres o ninguno. En ello encontramos lo principal de esta acción que por fin y conscientemente se denomina “sin sujeto”, “sin representación”, a favor de afirmar máximamente el acontecimiento, sin castrarlo de antemano, dejándolo bien sujeto en algún lugar de la estructura capitalista. Es un intento de ruptura con la cultura del individualismo, y una apuesta clara, por la recuperación del ámbito de lo político-comunitario. Es precisamente el espíritu lo que está consiguiendo la perseverancia en el lugar, después de la explosión inicial. Es la comunidad recientemente creada, la que nos liga, y a la que ya no queremos renunciar nunca más. La depresión no cabe en esta primavera. Sobra amor en las plazas. Las plazas se han convertido en templos donde lo sagrado sustituye, por el momento, las ansias de consumo ilimitado. Consumo, que nos configura, como miembros y cómplices de una sociedad, que se ha prostituido en el intento de garantizar su bienestar material, a través de la legitimación del despliegue global de la barbarie....
No hay comentarios:
Publicar un comentario