Ramon FD,
La Vanguardia.com 
Últimamente está muy de moda argumentar que se puede tener dinero en 
un paraíso fiscal y no infringir ningún tipo de ley tributaria. Esta 
afirmación en sí misma es una falsedad, teniendo en cuenta la propia 
definición de paraíso fiscal y las motivaciones habituales que llevan a 
tomar esta decisión.
Cuatro factores clave son los utilizados para determinar si una jurisdicción es un paraíso fiscal:
1-
 Si la jurisdicción no impone impuestos o éstos son sólo nominales. La 
OCDE reconoce que cada jurisdicción tiene derecho a determinar si impone
 impuestos directos. Si no hay impuestos directos pero sí indirectos, se
 utilizan los otros tres factores para determinar si una jurisdicción es
 un paraíso fiscal.
2- Si hay falta de transparencia. La opacidad informativa
 yo diría que es la característica principal de un paraíso fiscal, ya 
que es la que permite tener la confianza de no declarar sin ser 
descubierto.
3- Si las leyes o las prácticas 
administrativas no permiten el intercambio de información para 
propósitos fiscales con otros países en relación a contribuyentes que se
 benefician de los bajos impuestos.
4- Si se 
permite a los no residentes beneficiarse de rebajas impositivas, aún 
cuando no desarrollen efectivamente una actividad en el país.
Los motivos habituales para depositar dinero en un paraíso fiscal son lo siguientes:
A-Origen de dudosa legalidad del dinero en cuestión,
 por no decir que suele provenir de actos delictivos(corrupción,drogas, o
 economía sumergida). Incluso puede darse el caso que el dinero sea 
obtenido legalmente pero que se pretenda eludir la futura tributación en
 el país de origen.......
 

 
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