Xavier Caño Tamayo
Alainet
La
austeridad que hoy se impone tiene gravísimas consecuencias. Más
desempleo y más pobreza, más enfermedades y más suicidios. La austeridad
mata, como titula David Sucker un concienzudo estudio al respecto. Cabe
hurgar por tanto el origen y responsables de la malhadada austeridad.
La
austeridad se cuece cuando la minoría rica comprueba que se acaban las
vacas gordas. Años setenta. Grandes empresarios, banca y grandes
fortunas ven reducirse sus beneficios. Ni siquiera la explotación de
países empobrecidos evita la merma. Entonces se empezó a rebajar
impuestos a los ricos, mientras el fraude fiscal devenía endémico y la
economía se financiarizaba. No producir bienes y servicios, sino
pura especulación financiera; por cada dólar invertido en economía real,
60 en pura especulación. La economía se convierte en un casino.
El
proceso se acelera en 2008 cuando se hunde Lehman Brothers,
“intoxicado” hasta las cejas. Su balance, pura filfa y humo, pues buena
parte de activos eran deudas que jamás se cobrarían; hipotecas-basura
“titulizadas”, camufladas. Hipotecas-basura que los diez mayores bancos
de inversión vendieron, engañando a todo el mundo, con la calificación
de muy seguras y rentables por las oscuras agencias de rating. Es la crisis.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario