El Periódico.com 
En las últimas semanas, la Comisión Europea y el comisario de Empleo 
han hecho una serie de «recomendaciones» al Estado español que suponen 
la solicitud de la enésima contrarreforma laboral y la apuesta por el 
modelo de relaciones laborales neoliberal.
El vicepresidente de la Comisión, Olli Rehn,
 requiere romper con el vínculo existente entre sueldos e inflación. 
Alguien le debería explicar que la legislación vigente y las actuaciones
 gubernamentales no garantizan que los sueldos se incrementen como lo 
hace la inflación, además de ser España el Estado de la Unión que 
registró la mayor caída en sus salarios en el último trimestre del 2012,
 el 4,3 %, frente a un aumento del 1,4% del conjunto de los 27 miembros 
de la Unión Europea.
También el semanario Der Spiegel 
reproducía las declaraciones de la Comisión Europea en el sentido de que
 «se debía superar la rigidez del mercado laboral y reducir el coste del
 despido». Curiosamente, nos siguen hablando de rigidez cuando la 
legislación vigente permite modificar cualquier condición de trabajo con
 una ligera justificación. Respecto a las extinciones contractuales 
debemos recordar que la mayoría de los contratos realizados en el 2012 
han sido temporales y les corresponde una indemnización de apenas 9 días
 por año trabajado. De la misma manera, tras la ley 3/2012 se posibilita
 de facto la extinción objetiva, con una indemnización de 20 días por 
año con el tope de una anualidad para la práctica totalidad de empresas,
 habiendo generado que los costes del despido para las sociedades 
mercantiles bajasen un 23% en el 2012. Si fuese muy costosa la 
indemnización, sería inexplicable los 850.000 empleos perdidos en el 
ejercicio.....
 

 
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