Eduardo Garzón
Saque de Esquina
Cuando uno señala como culpables parciales a los mercados financieros
 de que el gobierno se vea empujado a realizar recortes y a aumentar 
impuestos regresivos (a través de la presión que ejercen sobre las 
condiciones de financiación del Estado español –la famosa prima de 
riesgo), nos encontramos con que muchas veces nos responden que nuestra 
acusación es absurda porque “los mercados somos todos”.
Planteamiento
Este discurso se basa en que cualquier persona, ya sea a título 
individual u organizándose con otras personas a través de empresas 
financieras o de fondos de capital, puede  financiar –y de hecho lo 
hace– al Estado español (o invertir en cualquier otro activo 
financiero). Así las cosas, el término los mercados financieros 
designa a un sujeto abstracto que aglutina a una proporción importante y
 relativamente aleatoria de la población, sin que existan diferencias de
 renta, poder o clase. Culpar a los mercados financieros no tiene 
sentido porque los mercados somos todos, y caeríamos en el contrasentido
 de culparnos a nosotros mismos.
Verificación
Los datos (1) dejan muy claro que “los mercados financieros” no somos todos, ni mucho menos.
-Sólo el 10,4% de los españoles invierte en bolsa.
-Sólo el 5,6% de los españoles participa en fondos de inversión.
-Sólo el 1,4% de los españoles invierte en valores de renta fija (bonos, Letras del Tesoro, etc).
-Sólo el 25,7% de los españoles participa en planes de pensiones.
-Sólo el 6,8% de los españoles posee activos financieros diferentes de los mencionados.
Además, las personas que invierten en estos activos financieros no 
son sólo una minoría de la población española, sino que son 
fundamentalmente las que disfrutan de mayor renta. Por ejemplo, 
solamente el 2,1% del 20% más pobre de las familias españolas emplean 
fondos de inversión. En cambio, el 18,4% del 10% más rico de los hogares
 españoles utiliza este vehículo de inversión (2).
 

 
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