La Jornada
I)
En mi entrega anterior hice referencia al ensayo de Kenneth Rogoff America’s endless budget battle,
en el que augura al dólar la misma suerte que vivió en su momento la
libra esterlina al declinar Reino Unido como imperio dominante: “Lo
mismo, por supuesto, ocurrirá en última instancia con el dólar,
especialmente a medida que los mercados de capitales asiáticos crezcan y
se profundicen. Incluso si el dólar mantiene su reinado por mucho
tiempo, no siempre será un monarca tan poderoso…” Por cierto que una
tesis central de Rogoff, en ese trabajo, es que en realidad la batalla
no era por el techo de la deuda sino por el tamaño del Estado.
El Estado no es la solución, sino el problema, coincidían Reagan y Thatcher.
Insisto en que será necesario un nuevo acuerdo internacional para
diseñar una nueva arquitectura del sistema financiero en algún momento.
El dólar deberá salir como moneda de reserva internacional y ninguna
moneda nacional –como quería Keynes– deberá remplazarla, sino un medio
de pago expresamente mundial. “El privilegio de emitir la moneda de
reserva mundial –escribe Rogoff– confiere enormes ventajas a EU. No sólo
reduce las tasas de interés que paga el gobierno de EU, también las que
pagan todos los habitantes de este país. La mayoría de los cálculos
muestran que para EU esto implica un beneficio de más de 100 mil
millones de dólares por año.”
Junto con la inhumación del dólar, deben serlo las nefastas
instituciones fundadas en Bretton Woods: el FMI y el Banco Mundial (BM).
Éric Toussaint es un autor que después de una larga investigación
hizo su tesis doctoral en ciencias políticas, que presentó en 2004, en
las universidades de Lieja y de París VIII: Enjeux politiques de l’action de la Banque Mondiale et du Fonds Monétaire International envers le tiers-monde (Cuestiones
políticas de la acción del Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional en el tercer mundo). Después se ha dedicado a perseguir lo
que él llama los crímenes del FMI y el BM, y a publicar sus hallazgos
uno tras otro. Toussaint es uno de tantos que abogan con vehemencia por
su remplazo........
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