J.A. Urra Urbieta.
La Calamanda
En geología, hydrofracking,o fracking de
manera abreviada, es un término anglosajón para referirse a la técnica
de fracturación hidráulica para la extracción de hidrocarburos no
convencionales, fundamentalmente gas natural no convencional, el
laureado shale gas o gas de esquistos, que no es otra cosa que metano.
Básicamente, el fracking consiste en
la extracción de ese gas natural no convencional mediante la
fracturación de la roca madre poco o nada porosa, fundamentalmente
esquistos de pizarras, donde se aloja de forma muy fragmentada y
dispersa. Para extraer las incontables microburbujas de metano atrapadas
en las formaciones de esquistos de pizarras se utiliza una técnica de
perforación mixta: primero se perfora a gran profundidad, hasta unos
5.000 metros, en vertical, y posteriormente, a partir de ese pozo, se
perfora varios kilómetros, entre 2 y 6, en horizontal. Una vez
realizadas la perforación vertical y horizontal, se inyecta por ellas
agua con un alto porcentaje de arena (hasta un 98%) y una serie de
aditivos químicos (hasta un 4%) a gran presión, lo que provoca que la
roca madre se fracture y las microburbujas de metano se liberen y
asciendan a la superficie a través del pozo vertical. El proceso se
repite perforando vertical y horizontalmente a lo largo de toda la veta
de roca rica en gas, lo que genera que parte de la mezcla inyectada
vuelva a la superficie en forma de residuo (entre un 15% y un 85%),
además de dejar la litosfera de la zona de perforación como un queso
gruyere.
Desde el punto de vista económico, la explotación del gas de esquisto mediante fracking
se puede considerar toda una fractura económica, además de la
geológica, pues en la actualidad se puede afirmar sin lugar a dudas que
se trata de una práctica no rentable económicamente.....
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