Rebelión // CounterPunch
La palabra “salvaje” (1) atrajo inmediatamente mi atención. Me recordó el modo en que representaron a los comuneros de París, en 1871, como animales salvajes, hienas que merecían ser –y a menudo lo fueron– ejecutadas sumariamente en nombre de la santidad de la propiedad privada, la moral, la religión y la familia. Pero, además, la palabra me suscitó otra asociación: Tony Blair, atacando a los “medios de comunicación salvajes”, mientras se hallaba cómodamente alojado en el bolsillo izquierdo de Rupert Murdoch, para ser sustituido más tarde por éste, cuando se sacó de su bolsillo derecho a David Cameron.
Habrá, por supuesto, el debate, siempre histérico, entre los propensos a considerar los disturbios como una cuestión de pura, desenfrenada e inexcusable criminalidad, y aquellos deseosos de contextualizar los acontecimientos en un fondo de incorrecta actuación policial, racismo y continua persecución injustificada de los jóvenes y las minorías; desempleo masivo de los jóvenes; creciente marginación social y una política de austeridad ciega que nada tiene que ver con la economía y todo con la perpetuación y la consolidación de la riqueza y el poder personal. Algunos pueden llegar incluso a condenar el sinsentido y los rasgos alienantes de tantos empleos y tantas cosas de la vida cotidiana en medio de la inmensa potencialidad, aunque desigualmente distribuida, de florecimiento humano......
http://attacmurciainter.blogspot.com/2011/08/el-capitalismo-salvaje-asola-las-calles.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario