En los últimos meses asistimos a un creciente reclamo por la creación de un Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF), conocido también como Tasa Tobin. Este reclamo ya no proviene sólo de las organizaciones populares o redes globales, entre las que se encuentra ATTAC, sino también de las entrañas mismas del sistema capitalista. La iniciativa es apoyada ahora por integrantes del G20 (con Sarkozy a la cabeza), por economistas como los premios Nobel de Economía Paul Krugman y Joseph Stiglitz, y por el mismísimo FMI, uno de los máximos responsables de la crisis, reciclado y fortalecido gracias al G-20.
¿Es que hablamos todos del mismo ITF o Tasa Tobin? Evidentemente no. La Tasa Tobin en manos de las potencias capitalistas apunta a recomponer el sistema capitalista en crisis. En cambio, nuestra propuesta y la de diversos movimientos y redes globales, tiene como finalidad la creación de un nuevo modelo productivo y de desarrollo. La crisis civilizatoria que atraviesa la humanidad y que pone en riesgo su existencia misma, así lo exige. La crisis mundial incapacitó a las potencias capitalistas para seguir creando un consenso global respecto de sus decisiones. Ante la necesidad de seguir imponiendo sus intereses al resto del mundo, dichas potencias, agrupadas en el G-8 1 , decidieron trasladar su base operacional al G-20 2 , sin que por ello se vea perjudicada o diluida su capacidad de decisión e influencia.
Dominado por las potencias capitalistas y sus multinacionales, el G-20 se impuso como meta recomponer la tasa de ganancia del capital trasnacional en un contexto de crisis integral del sistema. El capitalismo sólo puede superar las crisis acentuando la explotación de los trabajadores y reduciendo el gasto social......
¿Es que hablamos todos del mismo ITF o Tasa Tobin? Evidentemente no. La Tasa Tobin en manos de las potencias capitalistas apunta a recomponer el sistema capitalista en crisis. En cambio, nuestra propuesta y la de diversos movimientos y redes globales, tiene como finalidad la creación de un nuevo modelo productivo y de desarrollo. La crisis civilizatoria que atraviesa la humanidad y que pone en riesgo su existencia misma, así lo exige. La crisis mundial incapacitó a las potencias capitalistas para seguir creando un consenso global respecto de sus decisiones. Ante la necesidad de seguir imponiendo sus intereses al resto del mundo, dichas potencias, agrupadas en el G-8 1 , decidieron trasladar su base operacional al G-20 2 , sin que por ello se vea perjudicada o diluida su capacidad de decisión e influencia.
Dominado por las potencias capitalistas y sus multinacionales, el G-20 se impuso como meta recomponer la tasa de ganancia del capital trasnacional en un contexto de crisis integral del sistema. El capitalismo sólo puede superar las crisis acentuando la explotación de los trabajadores y reduciendo el gasto social......
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