La Jornada
La perspectiva de que se reduzca significativamente la liquidez, es decir, la afluencia de dinero para realizar transacciones de todo tipo provoca una creciente incertidumbre.
Con esto se apunta al recrudecimiento de las condiciones de una nueva recesión o, cuando menos, a un periodo más bien largo de bajo crecimiento de la producción, con un alto nivel de desempleo, menos gasto en consumo de las familias y un menor incentivo de las empresas para invertir.
Las deudas, en este caso, de los gobiernos y principalmente los de Europa y el de Estados Unidos, se sitúan en el centro de la disputa. Los títulos de la deuda pública tienden a valer menos y las acciones individuales de los inversionistas, que suelen convertirse en un efecto de manada
, precipitan la caída del valor y, en efecto, lo validan.
La excepción es la deuda estadunidense. Los valores emitidos por el Tesoro siguen siendo una reserva de valor; su demanda aumenta y se pueden colocar más a una menor tasa de interés. Algo similar ocurre con los títulos del gobierno alemán. Que esto ocurra, en medio de lo que se ha denominado una crisis del endeudamiento público, es indicativo del desarreglo que existe en las transacciones financieras. La situación está, pues, marcada por un relevante componente político.
Si este juego ocurriera en Las Vegas, tal vez tendría mayor orden. En un casino, quienes apuestan lo hacen en un entorno de riesgo que de modo más o menos calculado guía sus decisiones. Ese riesgo puede estimarse de modo probabilístico o simplemente sintiendo que la suerte se ha aparecido y hay que aprovecharla......
http://attacmurciainter.blogspot.com/2011/08/lo-cierto-es-la-incertidumbre.html
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