Eduardo Grazón
Saque de Esquina 
Cuando un país vende productos a otro país (exporta), registra una 
entrada de dinero. Cuando compra productos a otro país (importa), 
registra una salida de dinero. Si las exportaciones son superiores a las
 importaciones, entrará al país más dinero del que saldrá, y por lo 
tanto mejorará la situación económica del país en cuestión. Ésta es una 
de las estrategias más utilizadas para aumentar la renta nacional (PIB) 
de una economía.
En términos macroeconómicos se visualiza a través de la siguiente 
identidad: Y ≡ C + I + X – M; donde Y es la renta nacional, C es el 
consumo, I la inversión, X las exportaciones y M las importaciones. Como
 podemos ver, las exportaciones (X) aparecen con signo positivo, por lo 
que un aumento de las mismas aumentará la renta nacional (Y). En cambio,
 un aumento de las importaciones (M) reducirá la renta nacional porque 
aparece en la identidad con signo negativo.
Una estrategia para lograr que aumenten las importaciones y 
disminuyan las importaciones (y por lo tanto que aumente la renta 
nacional) consiste en devaluar la moneda nacional. Normalmente nos 
explican que si nuestra moneda pierde valor, los productos que vendemos 
al exterior también lo perderán, por lo que a los compradores 
extranjeros les saldrá más barato adquirir nuestros productos y nuestras
 exportaciones aumentarán. Y al mismo tiempo, si nuestra moneda pierde 
valor nos resultará más caro comprar productos en el exterior, por lo 
que nuestras importaciones disminuirán. Sin embargo, estas causalidades 
que se presentan como verdaderos automatismos, distan mucho de serlo. La
 devaluación de la moneda no conduce inevitablemente ni automáticamente a
 un aumento de las exportaciones o a una disminución de las 
importaciones, y mucho menos con la misma intensidad con la que la 
moneda pierde valor. Para ilustrar el asunto se propone un ejemplo 
sencillo.....
 

 
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