Joaquín Estefanía
El País
Comienzan a abundar los datos que permiten hacer un análisis profundo
de los efectos de la larga crisis económica en relación al bienestar
ciudadano (el fin último de la economía) y sobre el reparto de los
sacrificios y de la austeridad en el seno de la sociedad española. El
balance no puede ser más comprometido: en renta per cápita nuestro país
está en términos similares a los del año 2002, por lo que ya se puede
hablar de una década perdida, sin esperar a lo que suceda de aquí hasta
el finales de la recesión, ocurra cuando ocurra. En términos de
desigualdad, la cosa es aún peor: según los datos de Eurostat (la
oficina de estadísticas de la Comisión Europea) España es el país más
desigual de Europa junto con Portugal, Bulgaria y Letonia (lugares muy
alejados de nuestro nivel de renta), y por encima, por ejemplo, de
Grecia.
Estas y otras muchas comparaciones se pueden contemplar en el Primer
Informe de la Desigualdad en España, elaborado para la Fundación
Alternativas por el equipo del catedrático de la Universidad Rey Juan
Carlos Jesús Ruiz-Huertas y que conecta con los estudios sobre la
desigualdad que se realizaron hace unas décadas en la Fundación
Argentaria (cuando Argentaria era un holding financiero público). De su
lectura se pueden desprender, entre otras, las siguientes tendencias
principales: que la caída en los niveles de bienestar ha sido mucho más
intensa en España que en la mayoría de los países de la Unión Europea; y
que se ha ampliado la diferencia de renta entre los ciudadanos
españoles de forma acelerada, rompiéndose en un margen temporal muy
breve la tendencia a la moderación de las mismas que se había producido
durante la mayor parte de la etapa democrática (sobre todo, hasta el año
1996).....
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