Antonio Madrid Pérez
Mientras Tanto
Hace unos días, el cardenal Bergoglio, ya elegido Papa, exclamaba que
le gustaría una iglesia católica para los pobres. No es una frase nueva
en la tradición católica, ni tampoco en otras tradiciones
confesionales, políticas y éticas. Aunque pareciera que este lenguaje
había pasado de moda. Las primeras entrevistas a personas que conocían
al cardenal argentino hablaban de sus obras de caridad, de sus visitas a
los suburbios, de su opción por los pobres… Quienes se han tomado
alguna vez en serio esta cuestión político-práctica que son las
desigualdades, y, en concreto, las estructuras que generan
desigualdades, saben que una cosa son las palabras, o los gestos (por
importantes que sean), y otra los fundamentos de estas palabras y las
implicaciones que se está dispuesto a aceptar al llevar a la práctica
las palabras. Para que se entienda: hay quien ha sido asesinado,
torturado, vejado… por comprometerse en lucha contra las causas
flagrantes de las desigualdades y de sus consecuencias sobre las
personas.
La pregunta importante es qué significa “la opción por los pobres”.
Distintas opciones políticas, morales y teológicas coinciden en las
palabras, pero no en lo que quieren decir con ellas y en las
transformaciones que aceptarían como deseables. No se ha de olvidar que
dentro de la tradición católica la teología de la liberación ha tenido
como prioridad fundamental la opción por los pobres. Opción compartida
en parte por movimientos sociales y políticos que plantean como
prioridad poner remedio a las desigualdades económicas. Sin embargo, la
teología de la liberación (es decir, sus fundamentos y sus implicaciones
prácticas) ha sido intensamente rechazada por buena parte de la
jerarquía católica y por los sectores más conservadores. Pero estos
sectores conservadores también han rechazado, cuando no perseguido y
asesinado, a otra gente que sin saber si se guiaban por teologías,
ideales políticos o por pura vergüenza ante la injusticia, denunciaban
los abusos y se posicionan contra ellos....
No hay comentarios:
Publicar un comentario