Gonzalo Abril (UCM), Mª José Sánchez
Leyva (URJC) y Rafael R. Tranche (UCM).
El País
La derecha no solo disfruta de un poder político y económico
indiscutible sino que también busca la hegemonía cultural. Para hacerlo,
procura desacreditar el progresismo valiéndose muchas veces de su
discurso.
Actualmente la derecha acapara un
inmenso poder político y económico. Pero además de imponer en toda su
radicalidad el modelo neoliberal, trata de operar un cambio de mentalidades que
lo normalice y con ello ejercer la hegemonía cultural mediante el control de
las representaciones colectivas. Este proyecto se sustenta en una campaña
sistemática de autolegitimación y descrédito de los argumentos progresistas, en
coordinación con la derecha mediática mayoritaria, cuyas estrategias discursivas
fundamentales son:
La creación y propagación de
conceptos. Propias o prestadas, las nuevas nociones trazan un mapa de la vida
pública, sus actores y sus conflictos: competitividad, moderación salarial, dar
confianza a los mercados, privilegios (para denominar derechos), copago. Se
exponen como verdades incuestionables pero su sentido y alcance nunca se
explicitan, pues parecen lograr mayor eficacia práctico-política cuanto menor
es su precisión semántica. Por ejemplo, “libertad” asume un significado muy
cercano a “seguridad”. El eslogan de la BESCAM en Madrid lo ejemplifica: “Invertir en
seguridad garantiza tu libertad”. Como en la “neolengua” de Orwell, las nuevas
nociones son a menudo “negroblancos”, inversiones del significado común de los
vocablos......
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