El tratamiento despiadado por parte del Banco Central Europeo de los
Estados endeudados contrasta con su apoyo a los bancos. Andrew Bowman y
Leigh Phillips analizan cómo los bancos centrales han utilizado la
crisis para asumir un nuevo papel, que va desde apuntalar a banqueros a
derribar gobiernos.
Rebelión
Mientras la Eurozona se balancea al borde del precipicio, continúa la
construcción, en el distrito financiero de Frankfurt, de la nueva sede
del Banco Centro Europeo (BCE). La fecha de terminación está prevista
para 2014 y el rascacielos de 185 metros de altura y diseño futurista
tendrá el doble de espacio para oficinas que el edificio actual del BCE,
el Eurotower. Encarna las expectativas de futuro de la moneda única precisamente para la institución que, sin ella, no tiene futuro.
A
medida que se ha ido desplegando la crisis financiera en los últimos
cinco años, la prensa y el debate político han concentrado su atención
en las acciones de los dirigentes políticos nacionales. Sin embargo, los
funcionarios en la trastienda del banco central han sido muchas veces
unos personajes muy influyentes.
En ninguna parte es esto más
cierto que en el BCE. Los procesos de toma de decisiones en la Unión
Europea (UE) son incapaces de reconciliar los intereses nacionales y
paneuropeos y en ausencia de una política fiscal para la Eurozona, el
BCE ha llenado la brecha......
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