Alejandro Nadal
La Jornada
Uno de los factores 
determinantes de la actual crisis es la desigualdad económica que creció
 en el mundo en las últimas cuatro décadas. El estancamiento en los 
salarios condujo al endeudamiento insostenible de los hogares para 
mantener el nivel de consumo. Así y con burbujas especulativas se 
sostuvo la demanda agregada y el proceso de acumulación de capital. Pero
 esa modalidad de crecimiento económico se acompañó de una inestabilidad
 creciente en las principales economías capitalistas.
En vista de lo anterior, una pregunta clave concierne las causas de 
ese aumento de la desigualdad. En el medio académico convencional se ha 
pretendido encontrar en el cambio tecnológico la causa de esta 
desigualdad creciente. Esta explicación dice que las innovaciones 
introducidas en las últimas décadas reemplazaron el trabajo poco 
calificado con máquinas. Esto tuvo un doble efecto. Desvalorizó el 
trabajo poco calificado y redujo las oportunidades de empleo de esos 
trabajadores en la escala inferior de remuneraciones. Por otra parte, se
 incrementó la recompensa de aquéllos trabajadores de mayor 
calificación. Así, como los trabajadores menos calificados no pueden 
adquirir la capacidad técnica de manera rápida y, además, hay menos 
oportunidades de empleo en los niveles superiores de la escala, el 
cambio tecnológico transformó la escala de salarios y promovió la 
desigualdad en los últimos decenios....
 

 
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