Marcos Roitman Rosenmann
La Jornada
Han pasado dos años
desde la emergencia del 15-M en la vida política de España. Satanizado
por unos, ensalzado por otros, no sobran las interpretaciones
academicistas para definir a quienes integran la plataforma, porque el
15-M es una plataforma para la acción, mucho más que acampasol o las
convocatorias en plazas, universidades o centros de actividad ciudadana.
Si esa fuese la medida para comprender y valorar el 15-M, la respuesta
inclinaría la balanza hacia un pesimismo ramplón. La realidad desmiente
tópicos.
Durante el periodo constituyente del 15M engrosaron sus filas académicos, personajes públicos e intelectuales inorgánicos. Ellos vitorearon y se sintieron rejuvenecer. Acudían a las asambleas, se presentaban a título personal, buscaban
asesorar, dar pautas y ganar protagonismo.
Salir en la foto.Como siempre, excepciones, baste señalar a José Luis Sampedro y muchos que siguen en la brecha de manera anónima, sin llamar la atención ni apropiarse de su historia. Los otros están cansados, se alejan, lo miran con desdén o directamente lo ignoran. Para no seguir bregando, justifican su alejamiento argumentando que el 15-M presenta claros síntomas de agotamiento, pérdida de horizonte político y autocomplacencia.....
http://attacmurciavarios.blogspot.com.es/2013/05/y-que-fue-del-15-m.html
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