Raúl Burillo
raulburillo.over-blog.es 
No nos indignemos. No perdamos el 
tiempo miserablemente con sentimientos para los que ya ha pasado su 
tiempo. Ahora toca pensar. Pensar en el cambio real, en lo que
    tenemos que hacer para proponer soluciones y no dejarnos arrastrar, una vez más, en mentiras que el tiempo está demostrando que lo son.
  
“…El tiempo pone las cosas en su 
sitio…”, dicen; lo que ocurre es que no siempre disponemos de él para 
esperar. Pero pasar, el tiempo pasa.
  
La crisis económica que vivimos en 
España desde hace más de seis años no explica ni mínimamente el 
vergonzoso recorte de derechos sociales que padecemos. Nuestro
    país, incluso antes de este atropello, era uno de los Estados de la 
UE con menos inversión social, que no confundir con gasto público. A 
cifras reducidas no sumamos, restamos.
  
De lo que estamos hablando es de algo bien simple: la crisis es la excusa perfecta,
 el momento deseado y planificado para despedir a profesores, a médicos,
    para recortar sueldos, acabar con ayudas públicas, cerrar 
asistencias sanitarias y trasladar parte de estos servicios, antes 
públicos, al ámbito privado. Menos justicia social, menos igualdad de
    oportunidades por más mercado, este es el plan. Curiosamente, y a la
 vez que se fractura la justicia social y la igualdad de oportunidades, 
aderezado con la hipocresía de solicitar a los
    ciudadanos que soporten el esfuerzo de aguantarse sin rechistar, no 
se corrige ni un ápice la desmesura de un Estado ineficiente 
multiplicado por cinco en estructuras administrativas y políticas,
    que sirven para colocar a afiliados u obtener financiación para sus 
Partidos, confundiendo gasto público con Estado del Bienestar.....
 

 
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