Xavier Caño Tamayo
CCS (Centro de Colaboraciones Solidarias)
No se informa ni se comenta públicamente. Pero los gobiernos de la 
Unión Europea y de Estados Unidos (EEUU) negocian en secreto un tratado 
de libre comercio. Lejos de luz y taquígrafos, casi inexistente para 
periódicos e informativos de radio y televisión. Sólo los gobiernos y 
las multinacionales saben qué se cuece.
Cuando se ha filtrado algo, solo se ha hablado de “las grandes 
ventajas del tratado”. Aumentar un 1% del PIB de la Unión Europea, 
110.000 millones de euros para las haciendas europeas y 95.000 millones 
de dólares para la de EEUU. Son cálculos de macro economía y en éstos 
nunca figuran los impactos negativos laborales, sociales o 
medioambientales.
En América Latina, en los noventa, EEUU quiso establecer un área de 
libre comercio con Centroamérica y Sudamérica. Con el mantra del libre 
comercio que todo enriquece, ese multilateral tratado, que no se logró, 
consistía en imponer el credo neoliberal las neoliberales medidas del 
Consenso de Washington. Políticas para el beneficio de las élites 
económicas y financieras.
Entonces EEUU negoció y firmó tratados bilaterales con Colombia, 
Perú, Chile y el tratado con México y Canadá. Como dan fe las 
hemerotecas, este último tratado tuvo consecuencias devastadoras para 
los sectores agrícola e industrial mexicanos, provocó una intensa y 
abundante migración hacia EEUU y limitó las posibilidades de desarrollo 
de México. No fue mucho mejor a Perú, Colombia y Chile que han visto 
crecer sus cotas de desigualdad y no eliminan una pobreza histórica......
 

 
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