Sin Permiso
Como
deben de sangrar por nosotros. En el año 2012, las cien personas más
ricas del mundo se enriquecieron 241.000 millones de dólares más [1]. Su
riqueza se estima ahora en 1,9 billones de dólares, sólo un poco menos
que el PIB del Reino Unido.
Esto
no es consecuencia del azar. El aumento de las fortunas de los
super-ricos es resultado directo de medidas políticas. He aquí unas
cuantas: la reducción de las tasas impositivas y de la aplicación de la
fiscalidad; la negativa de los estados a recuperar una porción de los
ingresos procedentes de los minerales y la tierra; la privatización de
activos públicos y la creación de una economía de cabinas de peaje; la
liberalización salarial y la destrucción de la negociación colectiva.
Las
medidas políticas que hicieron tan ricos a los monarcas globales son
aquellas medidas que nos están exprimiendo a todos los demás. No es esto
lo que la preveía la teoría. Friedrich Hayek, Milton Friedman y sus
discípulos – en mil escuelas de negocios, el FMI, el Banco Mundial, la
OCDE y más o menos todos los gobiernos modernos – han argumentado que
cuanto menos graven fiscalmente los estados a los ricos, menos defiendan
a los trabajadores y redistribuyan la riqueza, más próspero será todo
el mundo. Todo intento de reducir la desigualdad dañaría la eficiencia
del mercado, impidiendo que la marea ascendente elevase a todos los
barcos [2]. Sus apóstoles han llevado a cabo un experimento global
durante 30 años y los resultados están hoy a la vista. Fracaso total.......
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