Carmen Esbrí – Coordinadora Observatorio Servicios Públicos ATTAC Madrid
El pasado día 7 de octubre, mientras numerosas organizaciones
sociales demandaban una vuelta atrás en esta política que atenta contra
los derechos humanos más cotidianos de la ciudadanía: enseñanza para los
niños, empleo para sus padres, dignidad para discapacitados y ancianos,
salud para todos y todas y otras cuestiones que dejan a la familia en
absoluta indefensión, algunos cientos de personas salieron a calles
adyacentes al grito de “Por el derecho a vivir”. Frente al cromatismo de
los cortejos primeros, éstos iban uniformados en potente color rojo por
eso de despistarnos un poco más; ya no lo van a conseguir, porque son
ellos y su modelo injusto, decadente e insolidario, los que han
producido el más violento atentado fratricida que se conozca contra la
familia en su totalidad.
El rojo es color que, a este lado del Atlántico, simboliza
políticamente izquierda; en EEUU , sin embargo, es el color con el que
se marcan los estados afines a su partido republicano, ese que forrado
de dólares sacados “a tortazos”, es decir a base de especulación y
desorbitada manipulación con todo tipo de negocios desregularizados e
incontrolados, ha tintado el mundo de neoliberalismo y poder sobre todo
para lo más destacado de su “tea party”, pasando por encima de cadáveres
de todas las edades que pertenecen a millones de familias en todo el
planeta. Esos cadáveres pueden empezar a amontonarse en España, su
España patria, nuestro Estado. Los Presupuestos Generales del Estado
(PGE) presentados por el Partido Popular (PP) están en consonancia con
ese modelo y dirigidos a eliminar a la población, por tanto a la
familia. Por ello y por lo que irá pasando, son cometido de esta llamada
de atención como aviso a navegantes, los nuestros, pero también los
suyos.....
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