Jorge Moruno y Juan Domingo Sánchez Estop
Público.es
Los papeles de Bárcenas no son un simple caso de corrupción política 
donde un dirigente mete la mano en la bolsa y todo se puede simplificar 
hablando de manzanas podridas. Más allá del desenlace final,  lo que 
tenemos delante, es  todo un proceso de putrefacción del sistema de 
partidos surgido de las cortes del 78, donde el Partido Popular es el 
mayor exponente político —pero no el único—, del bloque 
inmobiliario-financiero español que tanto se ha beneficiado en estas 
décadas de burbuja. A esta capa dirigente del tándem 
político-especulativo que reúne a lo peor de nuestra sociedad, algunos 
lo hemos venido a calificar de lumpen-oligarquía, destacando así la 
cualidad de sus políticas y la forma de hacerlas efectivas.
Este modus operandi funciona democratizando la idea del propietario 
especulador, haciendo de cada ciudadano, un potencial empresario de su 
vivienda o de la que aspire a conseguir. La extensión de esta idea y su 
práctica han conseguido que durante un tiempo, la posibilidad del 
ascenso social venga asociada a la capacidad negociadora del individuo y
 no a la extensión de derechos colectivos y al desarrollo de una cultura
 democrática que valore lo público. Esta operación de derechización 
social apoyada en la ideología del propietario, funciona siempre y 
cuando, se pueda especular un poco más. La corrupción entonces, no es 
una simple consecuencia del capitalismo-casino, pues también es el 
lubricante necesario que permite su puesta en práctica. El hilo 
conductor entre políticos del régimen, especuladores y constructores se 
ve perfectamente reflejado en los papeles de Bárcenas, donde muchos de 
los donantes reciben hoy las contratas de los hospitales madrileños en 
vías de privatización. Corrupción —sistémica— es también que el 
vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, cuente con la concesión de 
las cafeterías en instituciones públicas tales como Universidades o 
Ministerios, al mismo tiempo que arremete contra todo lo que suene a 
público, aunque sea este sector su mayor pagador.......
 

 
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