Eduardo Garzón
Saque de Esquina
Desde los altos círculos de poder, y especialmente a través de los
medios de comunicación, se intenta expandir sutilmente la idea de que
todos hemos tenido responsabilidad en la gestación y desarrollo de la
crisis económica española cuyos efectos impiden hoy día que la actividad
económica se recupere. Se nos dice que “todos hemos vivido por encima
de nuestras posibilidades”, con la intención de generar un sentimiento
de culpabilidad que nos predisponga a aceptar los sacrificios que se nos
imponen. Según esta visión, puesto que todos hemos cometido excesos,
todos debemos pagar ahora un precio por ello. Este mensaje ha tenido un
notable éxito en la sociedad española, teniendo como resultado que
muchas personas acepten sin rechistar el recorte de derechos sociales y
laborales, limitando así el grosor poblacional que se rebela y protesta
frente a este tipo de medidas.
El triunfo de este mensaje contrasta con el respaldo argumentativo
que le subyace. Y no es para menos: la evidencia empírica y los datos
estadísticos no apoyan en absoluto el contenido de esta idea; sino que
precisamente lo contradicen. Un simple vistazo a ciertos indicadores
económicos de nuestra economía nos revelará una realidad muy diferente a
la que nos intentan reflejar: no todos hemos vivido por encima de
nuestras posibilidades, sino que son las grandes empresas y los hogares
más ricos los sectores que lo han hecho. Demostrarlo es bastante
sencillo y es lo que se abordará en este post y en el siguiente.
Uno de los mayores problemas de la economía española es su
sobreendeudamiento, ya que impide que los agentes endeudados puedan
contribuir positivamente a la recuperación de la actividad económica
(cualquier ingreso que reciban será destinado principalmente a reducir
su deuda y no a invertir o consumir, y así será hasta que deje de
suponer una carga importante). Según los últimos datos del Banco de España, la cantidad de deuda total de la economía española
(la suma de valores distintos de acciones y el saldo vivo de préstamos)
alcanzaba a finales de 2011 los 4,3 billones de euros (un 402% del
PIB). De esta cantidad total, la deuda de las administraciones públicas suponía
el 77% del PIB, mientras que el resto (325% del PIB) correspondía a la
deuda privada (de familias y empresas). Esto significa que del total de
la deuda española, sólo el 19,1% es deuda atribuida a las arcas públicas
y el 80,9% es deuda contraída por las familias y las empresas......
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