Tom Dispatch (Rebelión)
La Gran Sequía de 2012 todavía no termina, pero ya sabemos que sus
consecuencias serán severas. Con más de la mitad de los condados de
EE.UU. identificados como zonas de desastre por la sequía, es seguro que
la cosecha 2012 de maíz, soja y otros alimentos básicos será inferior a
los pronósticos. Esto, por su parte, aumentará los precios de alimentos
dentro y fuera de EE.UU., causando más miseria para los agricultores y
estadounidenses de bajos ingresos y dificultades mucho mayores para
gente pobre en países que dependen de la importación de granos
estadounidenses.
Esto, sin embargo, es solo el comienzo de
las probables consecuencias: si la historia ha de servir de guía, los
aumentos de los precios de alimentos también llevará a una generalizada
agitación social y a violentos conflictos.
Alimentos
–alimentos asequibles– son esenciales para la supervivencia y el
bienestar humano. Sin ellos, la gente se pone ansiosa, desesperada, y
colérica. En EE.UU., los alimentos representan solo aproximadamente un
13% del presupuesto de la familia promedio, una parte relativamente
pequeña, por lo tanto un aumento en los precios de alimentos en 2013
probablemente no resultará demasiado abrumador para la mayoría de las
familias de ingresos medianos y altos. Podría, sin embargo, producir
considerables dificultades para estadounidenses pobres y sin trabajo con
recursos limitados. “Se eliminará una parte real de los presupuestos
familiares”, comentó Ernie Gross, economista agrícola en la Universidad
Creighton de Omaha. Esto se podría sumar al descontento que ya es
evidente en las áreas de mala situación económica y de alto desempleo,
provocando tal vez una reacción intensificada contra políticos en
ejercicio y otras formas de disenso y agitación........
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