lunes, 1 de octubre de 2012

El sistema impositivo español es profundamente injusto

Eduardo Garzón
Saque de Esquina
 
La estructura impositiva de España (la forma a través de la cual el Estado obtiene ingresos) es profundamente injusta. A pesar de que el sistema tributario español fue diseñado para respetar los principios de justicia y equidad, las reformas legislativas de los últimos años y otras particularidades propias de la globalización económica han deteriorado ampliamente el procedimiento por el que los agentes económicos pagan sus impuestos hasta dejarnos un sistema fiscal altamente injusto e ineficaz. Mientras que sobre el papel consta que disfrutamos de un Estado que recauda impuestos de manera justa y adecuada (esto es, de forma que los que más tienen más paguen), en la práctica esos atributos están muy lejos de cumplirse. Veamos ahora por qué ocurre esto.
 
Comencemos analizando los diferentes tipos de impuestos que existen y su importancia en cuanto a recaudación. En el siguiente gráfico se muestra el peso de los distintos impuestos sobre el total recaudado.
El impuesto más importante y del que más dependen los ingresos es el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que supone el 40% de todos los ingresos del Estado. Éste es un impuesto en teoría progresivo (es decir: justo, porque pagan más los que más renta tienen), pero que en la práctica -por una serie de características que enseguida comentaremos- no presenta los requisitos de progresividad que lo habrían de convertir en un impuesto justo y adecuado......
 

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