La Jornada
En la más reciente actualización de su informe mundial Situación y Perspectivas Económicas 2012,
la Organización de las Naciones Unidas (ONU) afirma que, como
consecuencia de las medidas de austeridad implantadas por los gobiernos
de países desarrollados para disminuir su deuda pública y su déficit
fiscal, el mundo está en riesgo de enfrentar una nueva recesión. Como
consecuencia, el organismo ajustó a la baja –a 2.5 por ciento– sus
estimaciones de crecimiento económico mundial para 2013, pero advirtió
que
este pronóstico presupone que la crisis de la deuda en la zona del euro no se agrave y que no se ejerza más presión hacia medidas estrictas de austeridad fiscal en los países desarrollados, y que una eventual profundización en cualquiera de esos ejes problemáticos
podría desencadenar un círculo vicioso que conduzca a una grave turbulencia financiera y recesión económica.
En esencia, las advertencias de la ONU reiteran lo dicho por diversos
economistas, políticos, académicos e incluso por algunos funcionarios
de los organismos financieros internacionales desde el inicio de la
crisis económica y financiera de 2008 y 2009, en el sentido de que las
políticas de choque impuestas a los países en dificultades son medidas
contraproducentes para la superación de los estragos económicos: a fin
de cuentas, los despidos masivos de burócratas, los recortes al gasto
público y la eliminación de conquistas, derechos y beneficios sociales,
erosionan el poder adquisitivo de las personas; imposibilitan la
recuperación de los mercados internos, conducen al cierre de empresas y
negocios pequeños y derivan en un ensanchamiento del desempleo.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario