Alberto Garzón Espinosa
agarzon.net
A veces parece que el concepto de capitalismo ha escapado de nuestro
vocabulario. De hecho, entre los economistas no es hoy una palabra
habitual ni en las intervenciones públicas ni en los debates privados.
Ni siquiera los sindicatos, la mayoría de los cuales se definen como “de
clase”, mencionan la bicha. Es más, me consta que estos últimos incluso
han obligado a sus trabajadores, y en no pocas ocasiones, a modificar
sus informes públicos con el fin de usar palabras más modernas con las
que referirse a nuestro sistema económico. Reflejo todo ello de que una
falsa ilusión, la de que estábamos instalados en “el fin de la
historia”, embriagó a casi todo el mundo durante décadas.
Sin embargo, y de forma inevitable, la crisis actual ha vuelvo a
relanzar el concepto; a ponerlo en su sitio. Ahora, ya sí, se reconoce
públicamente que vivimos en una economía capitalista. Incluso algunos
han llegado a anunciar, no sin ingenuidad, la refundación del propio
capitalismo, como es el caso del que fuera presidente francés Nicolás
Sarkozy.
Este sistema económico está en crisis y, por ende, nosotros estamos
en crisis. Los empleos se pierden, los salarios bajan -si bien no los de
todos-, y la pobreza y miseria se extienden por las ciudades. Desde el
punto de vista técnico sobran empresas y sobran trabajadores, de modo
que tenemos empresas sin producir y trabajadores sin trabajar. Son las
manifestaciones propias de una crisis capitalista. La crisis irracional
de un sistema irracional, como diría David Harvey.......
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