lunes, 25 de junio de 2012

La deriva especulativa

Juan José Colomer Grau
Rebelión
 
No podemos dejar de percibir que la crisis ha tomado un aspecto circular, en la medida en que a las decisiones en materia de déficit público tomadas por los gobiernos han seguido reacciones bursátiles y movimientos financieros de desconfianza. Esto se testa principalmente a través de las continúas caídas de la bolsa y el aumento de las primas de riesgo. Para atenuar la caída y el aumento se anuncian reuniones a todos los niveles, lo cual, produce una especie de expectativa que suaviza las condiciones que devienen de nuevo en pánico y tormenta una vez anunciadas las nuevas medidas surgidas de dichas reuniones, todas ellas, no está de más decirlo una vez más, encaminadas al expolio del dinero real de la gente y que ha convenido en llamarse recortes o rescates. 
 
Así, la crisis parece haber quedado anclada en el siguiente patrón: medidas gubernamentales (recortes, rescates bancarios)-pánico-medidas gubernamentales-pánico… Ahora bien, este aspecto circular no permanece siempre igual a sí mismo sino que más bien, a cada vuelta que le damos al patrón, es más que visible un desgaste; ya que el dinero que se quita de un sitio para ponerlo en otra parte no es infinito, desgaste que se ha traducido en un empobrecimiento de la población, principal afectada del desvío. 
 
El caso es que nos encontramos de nuevo en una fase de reformas por venir en un escenario casi total de agotamiento. Por utilizar un símil, estamos ante las últimas gotas de la naranja, exprimida hasta el punto de que ya se está extrayendo el jugo a la piel. En este caso la piel se trata, principalmente en Europa, del esqueleto del estado del bienestar, sus principios básicos: sanidad, salarios altos, jubilación y educación.....
 

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